lunes, 30 de enero de 2012

Canelones

Las cantidades dependen de cuántos canelones quieres hacer y del tamaño de la bandeja de horno (o bandejas)... o sea que si quieres hacer equis canelones, hay que calcular a ojo más o menos cuánta carne vas a necesitar.

Se usan normalmente restos de carnes que tengas, pollo, cerdo, ternera, etc. (restos ya cocinados: asados, fritos, hervidos, todo vale) Se desmigan las carnes en tacos que entren en la picadora: 1 trozo de pollo, 1 trozo de cerdo, 1 cucharadita (colmada) de foiegrás barato, 1 ó 2 lonchas de jamón (también barato) y un poco de pimienta. Se pica en la picadora y se va apartando toda la picada en un bol grande.

Una vez picada la carne con aquello de 1-2-3-picadora-(marca), hay que cocer las placas de canelones en abundante agua hirviendo, con unas gotas de aceite para que no se peguen las placas unas a otras. Se recomienda la marca EL PAVO, aunque cualquier otra marca también vale, pero NO deben ser de las precocidas, las normales de toda la vida son más buenas.


Según los tiempos que marca el paquete de canelones, los vas echando en el agua, en grupos de 6-7 para evitar que se peguen. Cuando pasa el tiempo marcado se sacan y se ponen sobre un trapo grande cocina para que se enfríen un poco y suelten el agua. Se coge un pellizco de la masa de carne que tenemos preparada y se enrolla el canelón en ella, así hasta que llenes la bandeja, o te quedes sin carne o... lo que suceda primero.

Ahora es cuando preparamos la bechamel. OJO: es una bechamel líquida, osea como si fuera leche espesa, sin grumos, etc. Para ello se pican 5-6 cebollas grandes (se pueden poner más, eso a gusto), se pochan en una sartén grande con 2 cucharadas de aceite (opcional añadirle mantequilla también) y luego se doran hasta que cojan el color tostado (no quemado) del dorado de la cebolla, se añaden 2 cucharadas de harina (esto es complicado porque a veces se nota que hace falta más harina a ojo), se tuesta un poco la harina con la cebolla y se va añadiendo leche entera (para 6 cebollas se puede añadir hasta 1 litro de leche), teniendo cuidado que no salgan grumos, con el fuego puesto así medio. Se le añade un buen pellizco de nuez moscada (a gusto de los comensales) mientras se va removiendo la bechamel para que no se formen grumos.

Cuando ya ha cogido esa consistencia de leche espesa (OJO: debe quedar líquida para que se cuele entre los canelones. Hay que tener en cuenta que se hace una cantidad adecuada para cubrir completamente de esta bechamel líquida todos los canelones que tenemos colocados en la bandeja de horno) se procede a cubrir los canelones con la bechamel. Se le pone queso cubriendo la parte superior (a gusto de cada uno, mezclas de quesos, mozzarela, queso de fundir, lo que se quiera.)

Se mete la bandeja con los canelones y la bechamel en el horno a media altura, a 170-180 grados de media hora a cuarenta minutos, sólo con la parte de abajo del horno. Luego unos 10 minutos a la misma temperatura con el gratinador solo, para que los quesos se fundan/doren. y Voilá.



martes, 24 de enero de 2012

Albondigas de choco 1.0

Las cantidades que doy en esta receta son una barbaridez, pero son las que usé en mi último experimento.

Masa:
2Kg choco
0.5Kg gambas peladas
4 huevos
1 Cebolla grande
1 Cabeza de ajo
Pan rallado c.s.
Salsa:
5 Cebollas grandes
2 Tomates coloraos
2 Pimientos italianos
2 Ajos
1 Vaso de brandy
Laurel
Pimienta en grano
Caldo de pescado c.s.

El choco ha de estar perfectamente limpio, sin tripas, ni picos ni nada.

Lo primero es hacer la masa de las albóndigas, se supone que se debe picar finamente todos los ingredientes, añadir el huevo y el pan rallado. Yo lo piqué todo a minipimer, si bien el choco queda como una especie de moco blanco bastante repugnante, al irle incorporando el resto de los ingredientes la cosa mejora por momentos. Se le añade el huevo y el pan rallado hasta conseguir que sea una masa manejable y se procede a hacer las bolitas, que se enharinan y fríen sin contemplaciones hasta que tengan un color dorado apetitoso. Estas bolitas se reservan hasta tener la salsa hecha.


Para la salsa se pican las verduras y se sofríen hasta que estén doraditas, ya que el aspecto y color de la salsa dependerá del color que tengan las verduras, así que no pasa nada porque se doren, eso sí, a fuego medio para que no se quemen. Una vez doradito el sofrito se le echa el brandy y se sube el fuego para que evapore. Una vez evaporado el brandy se pasa por la minipimer hasta conseguir una pasta cremosa, se le añade el caldo de pescado hasta que tenga la salsa la consistencia que nos guste (si no tenemos caldo de pescado, una buena pastillita de caldo y agua también le va bien), se le añaden unas bolitas de pimienta y el laurel y se rectifica de sal si fuera necesario.

¡¡¡Ahora es el gran momento!!! A esa salsa se le añaden las albóndigas y se deja hervir unos 20-30 minutos, el tiempo suficiente para que si las albóndigas no estaban bien hechas por dentro acaben de hacerse y que absorban parte del sabor de la salsa.
Solo queda añadirle unas papitas fritas para acompañar si nos apetece y armarnos de un buen bollo de pan para migar ;P

domingo, 8 de enero de 2012

Patita de jamon al horno

Esta receta está muy bien para darle de comer a un regimiento sin necesidad de perder mucho tiempo en la cocina, ya que casi todo el trabajo consiste en esperar, jejeje.

Ingredientes:
1 Paletilla de cerdo de unos 5 Kg.

Adobo:
1 cebolla grande.
1 cabeza de ajo.
1/2 taza de aceite.
2 cucharadas de salsa inglesa Worcestershire. (Salsa Perrins pa los amigos)
9 cucharaditas de sal. (La verdad es que no se cuanta usé, calculo que más o menos esa cantidad)
2 cucharaditas de pimienta negra.
1/6 de taza de vinagre de vino.
2 cucharaditas de orégano.
1 cucharadita de tomillo
1 hoja de laurel o media cucharadita de laurel en polvo
3-4 naranjas exprimidas
1 limon

Elaboración:
Un día antes de hornear la pata, se prepara el adobo poniendo en el vaso de la batidora la cebolla, los ajos y el aceite. Se tritura bien y queda como una mayonesa espesota. Entonces se le añade la salsa perrins, 7 cucharaditas de sal, la pimienta, el vinagre, el orégano, el tomillo el laurel y el zumo de naranja. Al final debe quedar una crema espesita.

Se quita el exceso de grasa a la pata si lo tuviere, se lava la pata y se frota con el limón. Se salpimenta frotándola, se cubre con el adobo y se deja macerando 24 horitas en la nevera. Si quieres le das vueltitas a la pata o le vuelves a rociar el adobo de vez en cuando. La pata debe sacarse de la nevera 1 hora antes de meter al horno.

Se pone la pata en una bandeja de horno bien cubierta del adobo y el resto del adobo en la bandeja. Se cubre la bandeja entera con papel de plata y se hornea una hora por kilo a unos 150º. Cuando falte una hora para acabar, quitar el papel de plata, veras que la pata tiene un color bastante enfermizo, pero a cambio hay una deliciosa salsa dorada en la bandeja, es el momento de recuperar toda la salsa que puedas, usa una buena parte de esa salsa rociando la pata y vuelvela a meter al horno, esta vez sin cubrir, hasta que este doradita salseando de vez en cuando.

Reservar el resto de la salsa.

Sacar del horno la pata una vez tenga el dorado que queremos.

Si has tenido la suerte de que en la bandeja queda salsa y no una costra carbonizada pegada, ¡¡¡RECUPERALA!!! Mézclala con la que tenias reservada y entonces le echas a la bandeja del horno un chorreón bueno de brandy, moscatel, o vino blanco en última instancia, ponla al fogón y con una espátula recupera todo lo que había pegadito en la bandeja mezclándolo con el brandy.

Mezcla todos los líquidos en un cazo y déjalo reducir a fuego lento hasta que quede una salsa espesita.

Recien sacada del horno si quieres la pata la puedes comer a pellizcos, sin necesidad de cortarla (cuidado con quemarse los dedos), se desilacha la carne ella solita, el sabor es chisposo y nada homogeneo, pero bastande divertido y la jugosidad es casi caldosita. También puedes dejar reposar la pata dos horitas antes de comerla, el sabor se asienta y es mucho mas compacto, entonces si es cortable a cuchillo pudiéndose sacar lonchitas finas y salsearlas.

Ni que decir tiene que las sobras de un dia para otro metidas entre dos panes con un poco de lechuga y tomate son algo espectacular.

Si la parte mas cercana a la pezuña se te ha quedado algo sequerona y correosa, ¡NO TE AFLIJAS! si la picas menudita salen unas croquetas maravillosas :)